¿En qué se parecen las pandemias de la COVID-19 y de la Seguridad Vial?
No cabe duda de que la COVID-19 ha sacudido la normalidad en la que vivíamos causando dolor, por la pérdida de seres queridos y por las secuelas de la enfermedad, restricciones en la movilidad, por las medidas dictadas por las autoridades en su lucha contra la expansión del contagio, pérdidas económicas, en todos los niveles de la cadena productiva, tristeza personal y social, por la pesadumbre que nos provoca las consecuencias de la pandemia, y un alargo etc, de repercusiones negativas que están alterando nuestro modo de vida de forma impredecible.
Pandemia
La OMS declaró la Seguridad Vial como pandemia desde el año 2003, motivada por los datos que revelaban que más de 20 millones de personas sufrían traumatismos graves o encuentran la muerte en las carreteras del mundo. En España la siniestralidad vial es responsable de más de medio millón de lesionados al año.
Percepción del riesgo
Al igual que sucede con los siniestros viales, para algunas personas contraer el COVID-19 es algo que puede suceder, pero a los demás. Por ello no se protegen lo suficiente al no considerarse vulnerables.
Elementos de protección
En relación al uso de elementos o sistemas de protección, no siempre usamos la mascarilla, al igual que tampoco usamos el cinturón de seguridad o el casco de protección: ¡A pesar de conocer su eficacia!
Manos
Otra recomendación COVID 19 es controlar las manos y no tocarnos ojo, nariz o boca. A los mandos de un vehículo las manos juegan un papel también importante y siempre tienen que estar en el volante o manillar para reaccionar prestos ante cualquier imprevisto.
Distancia de seguridad
La distancia frente a otras personas previene el COVID-19, y la suficiente distancia o separación con el resto de usuarios con los que compartimos las vías previenen de desplazamientos o frenazos inesperados al respetar su zona de incertidumbre, donde no tenemos certeza de su comportamiento final.
Responsabilidad compartida
La responsabilidad frente al riesgo vial y el Covid-19 es compartida. Alguien que realice un comportamiento inseguro se convierte en un riesgo para él y para los demás. Incumplir normas y recomendaciones constituye un potencial peligro que tarde o temprano se materializa en desgracias que trascienden del daño propio.
Teléfono móvil
Las distracciones por uso del móvil nos hacen descuidar nuestra prevención en ambas pandemias. La conversación nos atrapa y disminuye nuestra capacidad para interactuar con entornos cambiantes y con ello la facultad de prevenir o evitar siniestros viales o contagios por Covid-19.
Alcohol & drogas
El alcohol y otras drogas nos quita el filtro de la prudencia, nos hace cometer más errores y asumir más riesgos, por tanto, en ambiente vial o ambiente COVID se convierten en compañías letales.
Estrés y agresividad
Nuestro estado físico y emocional puede alterar nuestro equilibrio mental y la objetividad de nuestras decisiones por lo que en entornos de riesgo nos hace más vulnerables.
Vacuna
En cuanto a la vacuna, la de la COVID-19 está ya próxima y la de la seguridad vial depende en gran medida (90% de eficacia) de nuestro antídoto basado principalmente en nuestra educación y nuestra formación vial.
Resumiendo ambas pandemias dependen mucho del factor humano y por tanto si adoptamos las medidas adecuadas ¡SON EVITABLES!